El
ser humano se puede reponer de todo tipo de circunstancias adversas pero
siempre y cuando una enfermedad no le imposibilite para intentarlo de nuevo.
La
enfermedad indica que algo en el organismo de la persona está funcionando mal,
algún cuerpo extraño entró en nuestro sistema y está alterando el
funcionamiento de nuestros órganos. Cuando la disfunción llega a tocar un área
sensible que afecta nuestro sistema motor, prácticamente nos deja
imposibilitados para valernos por nosotros mismos.
Dios
nuestro Señor, no Desea que estemos enfermos, Él Es nuestro Sanador (Ex 15:26)
Jesucristo
nuestro Salvador no solo derrotó a las huestes de maldad en la cruz sino que
permitió que pudiésemos ser sanos por Su sacrificio (Is 53:5)
Él
quiere lo mejor para nosotros y parte de lo mejor es que estemos sanos para
servirle mejor a Sus propósitos. No solo
Quiere la prosperidad de nuestra alma sino que en todo Quiere que seamos
prosperados (3 Jn 1:2)
No
importa si la enfermedad fue causada por un descuido, por una negligencia,
inducida, accidental, mal hábito, cuestiones morales, etc. Él Tiene poder para
sanarnos si nosotros tenemos fe en Él. (Jn 11:40)
A
veces la enfermedad puede bajarnos las pilas o la energía para orar nosotros
mismos pero por eso Dios nuestro Señor previó también esto y nos autoriza a
pedir la oración a nuestros hermanos en la fe para que intercedan por nosotros.
Oremos
los unos por los otros. Nadie está exento de sufrir una enfermedad. Hoy por
otros, mañana por nosotros.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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