Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y
dijo: OH Jehová, ¿por qué se encenderá Tu furor contra Tu pueblo, que Tú
sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? ¿Por qué han
de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los Sacó, para Matarlos en los
montes, y para Raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de Tu
ira, y Arrepiéntete de este mal contra Tu pueblo….Entonces Jehová se Arrepintió
del mal que Dijo que había de Hacer a Su pueblo. Ex 32:12,14
Después del más grande y primerísimo ejemplo de intercesión como lo es
Jesucristo nuestro Señor y Salvador, hubo grandes hombres en la Biblia que
fueron intercesores ante Dios y el pueblo de Israel. Podemos mencionar a
Abraham, Moisés, Samuel, Daniel, Jeremías, Esdras, Nehemías, etc…
En esta ocasión, quisiera compartir brevemente respecto a Moisés que
para un servidor, es el ejemplo de máxima cercanía con Dios que un humano haya
podido tener a reserva de lo indecible de la experiencia del apóstol Pablo en
el tercer cielo.
Para que una intercesión sea viable, tienen que cumplirse si no todos,
la mayor cantidad posible de los siguientes factores entre el intercesor y el juez
de una situación o el ofendido: A) Estrecha relación
B) Confianza
C) Convivencia
D) Amor, afecto o amistad especial
No hay duda que Moisés tenía todos esos factores ante Dios y el Señor no
tuvo más remedio que acceder ante la intervención de alguien que significaba
mucho para Él.
Cuando Moisés (Ex 32:32) le pide a Dios que perdonara el pecado del
pueblo poniendo incluso en riesgo la perdición de su propia alma, prácticamente
le estaba diciendo, si algo valgo para Ti, si tanto me amas , si tiene valor
nuestra relación, nuestra amistad, nuestra convivencia por tantos años, considérame
y hazlo por mí no por ellos. Después de Jesús no encuentro mayor determinación
humana de hacer valer la relación personal para abogar por alguien.
Roguemos a Dios llegar a tener una relación tal con Él que podamos
interceder con confianza por nuestros seres amados, hermanos en Cristo o
incluso por gente necesitada de Dios aunque no los conozcamos. Si hubiera al
menos un intercesor o intercesora en cada iglesia del calibre requerido para
que Dios por misericordia y gracias nos bendijera en cada culto, sería
maravilloso.
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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