¡Cuanta paz necesita el mundo! ¡Cuanta paz necesitamos cada uno de nosotros! La paz que Cristo nos ofrece y da, no es la del mundo, ni tampoco la da de la manera que el mundo la ofrece. Laz paz del mundo es superficial y temporal; mientras que la paz de Cristo yace muy profundo en el corazón, satisface y permanece para siempre.
El mundo ofrece paz a través de medios externos, mientras que Cristo da paz que mora en el corazón. A diferencia de la paz del mundo, cuya definición suele ser ausencia de conflicto, esta paz es una confiada seguridad en cualquier circunstancia. Con la paz de Cristo no tenemos porque temer ni al presente ni al futuro. El pecado, el temor, la inseguridad, la duda y muchas otras fuerzas están en guerra constante contra nosotros. Pero la paz de Dios entra en nuestros corazones a fin de frenar y reprender esas fuerzas hostiles y ofrecer consuelo en lugar de conflicto y/o temor.
Los sicólogos hablan de la paz mental, pero Cristo, mediante su muerte, resurrección y ascensión, da paz con Dios (Romanos 5:1) Jesús nos dice que Él nos dará y nos llenará de esa paz, si estamos dispuestos a aceptarla, si primero lo aceptamos a Él.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Maná para Eben-ezer
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1 comentarios:
ME ENCANTO ESTE MENSAJE GRACIAS POR ESAS PALABRAS TAN BELLAS
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