domingo, marzo 27, 2011

OREMOS POR LA PAZ



En estos días en los que estamos viviendo vemos en la gente temor, preocupación e incertidumbre por la inseguridad en las calles y en la ciudad. Es el momento de voltear nuestros ojos a Dios, él dio una promesa al pueblo de Israel y es para nosotros hoy en día, dice: habitaréis seguros en vuestra tierra (Levítico 26: 5). Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quién os espante. (Levítico 26:6). Dios nos da su confianza y la plena seguridad, que aunque existan situaciones adversas y difíciles él nos dará paz, y si te sientes afligido o estresado y no encuentras tu lugar, no logras conciliar el sueño o te invade el temor o el miedo de los que te pueda pasar, él nos dice: y haré quitar de vuestra tierra las malas bestias, y la espada no pasará por tu país; el Señor quitará de tu vida en el nombre de Jesús tus miedos, tus temores y nadie te podrá quitar la paz, ni nada inquietará los días de tú vida. El salmo 4:8 nos reafirma que Dios guardará tu sueño, y dirás: En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado. No tengamos temor de lo que pueda suceder, el Señor nos guardará en completa paz nuestras vidas y la de nuestras familias, como nos dice su palabra: Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia (Salmo 127:1),  y: Tú guardarás en completa PAZ a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado (Isaías 26:3). Además el Señor da protección a su pueblo como lo dice Isaías 32:18: Y mi pueblo habitará en morada de PAZ, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.

Es esencial para nosotros y nuestras familias que oremos por la paz, y aún más que la gente conozcan a Jesús y tenga paz para su alma. ¿Quieres ser parte del pueblo de Dios experimentar esa paz en tu corazón?, acepta a Jesús, como nos dice su palabra: Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo (Romanos 5:1) Iglesia, la palabra de Dios también no hace una invitación a hacer oración por la paz de la Ciudad y aún la paz de la Iglesia, nos dice la biblia: Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman. Sea la paz dentro de tus muros, Y el descanso dentro de tus palacios. Por amor de mis hermanos y mis compañeros.  Diré yo: La paz sea contigo.
 
Saludos cordiales, bendicionesManá para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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