Si en alguna ocasión te ha ganado la tristeza para hincarte a orar, si tus fuerzas han caído e inclusive te has sentado a decirle al Señor: "Me siento muy triste, no tengo ganas de orar, no puedo" Entonces este pasaje es para nosotros. Tú como yo, hemos experimentado al Señor en nuestras vidas, hemos visto que Dios actúa por medio de la oración y que Dios responde, respalda, sana, consuela. Pero hay momentos en que simplemente nos sentimos tan mal, tan idos; nuestra mente divaga, que pareciera que preferimos quedarnos en ese lapsus emocional en lugar de descargarlo con el Señor. Mas sin embargo, a pesar de cómo nos podamos sentir, Dios te está diciendo a tí y a mí, que sacrifiquemos nuestro tiempo, sí, aún sacrificar más nuestras lágrimas y nuestro corazón para arrodillarnos delante de ÉL. MAÑANA y TARDE, en cada momento, que se haga parte de nuestra vida, de nuestro tiempo, dedicarle ciertas horas específicas del día a nuestro Señor, pues es un mandamiento. Si hoy nos sentimos abatidos y atribulados, con aflicción y en angustia, si hay algo más que estorba y que sea más grande y de mayor peso que hincarnos a orar por nuestra "apatía", recordemos que Dios mandaba al pueblo de Israel a que "sacrificasen CONTINUAMENTE, a Mañana y Tarde" Hoy creo que Dios te ha llamado y has tenido una cercanía con Él, como para pensar y actuar en lo que a ÉL le agrada y espera de tí. Si hoy hemos madurado y crecido con el Señor, debemos poner Sus Prioridades por Nuestras Prioridades, si hoy has creído en el Señor, sabrás que aunque te sientas triste y abandonado, debes de sacrificarte, pues sabes que es un proceso del Señor y con más razón debes de buscar, a mañana y tarde, continuamente. No lo dejes. Porque hay bendición en ello, Dios lo ha prometido. Amén.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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