Y como no habría de ser si desde el momento en que tuvieron el encuentro con el ángel del Señor que les anunciaba el nacimiento del Salvador del mundo. Ya no fueron los mismos, la noticia del Cielo transformó sus vidas. La gloria del Señor los rodeó con un resplandor, escucharon atentos el mensaje que venía un coro celestial acompañado que daba la gloria a Dios. Tal fue el impacto en sus corazones que no dudaron en dirigirse a Belén para corroborar y dar testimonio del nacimiento. Escuchar a los ángeles y ver la promesa cumplida produjo en aquellos pastores de ovejas un cambio radical en sus vidas, que al regresar a sus labores su boca solo se abría para alabar y glorificar a Dios por todo lo sucedido. Creo que ahí hay mensaje para nosotros, que continuamente vemos realizadas las promesas de Dios en nuestras vidas. Sin pasar por alto el nacimiento del Señor Jesús en nuestros corazones.
Nuestra reacción ante tal poderío manifiesto debe de ser igual o mayor que la de aquellos pastores que al ver que las promesas de Dios se cumplen en nosotros, volvamos a nuestras tareas diarias alabando y glorificando a Dios por todo, los sucedido.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
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