Realmente no sabemos nada acerca de la vida del hombre al que le dicen estas palabras. Lo que si sabemos es que cuando se encontró en problemas y preso del temor, busco ayuda y preguntó como podía ser rescatado y gozar de la salvación de Dios. Cree en el Señor Jesucristo fue la respuesta. Cree en aquel que murió y resucitó y hoy gobierna en el cielo, a al diestra del Creador. Este hombre creyó en Jesús y fue salvo, después invito a los apóstoles a su casa para que los de su familia también recibieran la palabra, y todos fueron salvos por la gracia de Dios. Al conocer a Cristo este hombre supo que la única solución para todos los problemas tanto del hombre como de su familia es Dios. Aprendió que la solución para todos sus problemas era creer en Jesucristo.
Y eso también nos sucede a nosotros. Cuando los problemas aquejan nuestra vida, lo más lógico es que busquemos ayuda, lo más normal es que busquemos algo o alguien que nos ayude para salir avantes de la situación. Recurrimos a nuestra familia, amigos o compañeros buscando una salida. Pero buscamos en los lugares equivocados. Buscamos en otros lados la solución, cuando en Dios lo tenemos todo; perdón de nuestros pecados, salvación de nuestra alma, solución a nuestros problemas, sanidad física y espiritual, respuesta a nuestras peticiones y paz para nuestras vidas.
La realidad es que la única y suficiente solución para todos nuestros problemas es Dios. Al igual que el carcelero acudamos a Dios. Hoy el Señor nos invita a que creamos a Él, a que lo busquemos a Él, a que recurramos a Él en busca de ayuda para que así encontremos la solución a nuestra dificultad.
Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
Lucas 18:27
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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