Sobre la ciudad de Nínive pasaba una amenaza de destrucción. Destrucción que solo Dios puede detener porque para Él no hay imposible. Y valla que a decir verdad la ciudad se había ganando esa sentencia por su mal proceder. Pero así como se hundió en el fondo de la maldad desde allí dio un salto para alcanzar la misericordia de Dios. Por medio de la humillación de reconocer que habían pecado, de convertirse de su mal camino, de clamar a Dios para que los librase de aquella condenación. Y al ver Dios aquella genuina reacción ser abstuvo de castigarlos como se merecían.
Hermanos y amigos, la solución para nuestra ciudad no solo está en Dios sino también en nuestra reacción ante tan desesperante situación. Lo que sucede en la ciudad no nos puede pasar desapercibido y Dios está en mejor disposición de poner paz en ella. Pero cuál es nuestra actitud, busquemos la respuesta en Dios pero busquémosla con una actitud de humillación, oremos, ayunemos unámonos todo el pueblo de Dios en pro de nuestra ciudad. Si Dios ya dio muestra de que ese tipo de unidad puede apelar a la misericordia Divina y evitar el total castigo lo hará con nosotros. Nuestra Nínive volverá a la paz que solo Dios puede traer.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario