I. Alaba a Dios por haberlo liberado, al parecer, de una enfermedad.
II. Convoca a otros para que también alaben a Dios.
III. Se reprocha a sí mismo el haber confiado en otro tiempo en su propia seguridad.
IV. Recuerda las oraciones y quejas que había proferido en su apuro
V. Se estimula a sí mismo a ser muy agradecido a Dios por el cambio favorable que ahora experimenta.
David da gracias a Dios por haberle recobrado la salud o haberle librado de cualquier otro peligro de muerte. Te ensalzaré, oh Jehová. Te alabaré y pondré muy en alto tu nombre, oh Señor, pues a ti clamé y no sólo me oíste, sino que me sanaste; sanaste mi cuerpo destemplado, mi mente intranquila y mi espíritu turbado. Me diste libertad y ahora soy libre gracias a Ti.
Hoy Jesús nos ha hecho libres del pecado, del temor, de la enfermedad, libres de condenación. Hoy gracias a Él, tenemos vida, vida abundante y eterna. Somos libres para alabarle con nuestra vida y con nuestros actos.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
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