Vivificar, significa confortar. La palabra de Dios en todas nuestras situaciones conforta y reanima, sus promesas de apoyo, sostén y misericordia nos llenan de esperanza; sin embargo, a veces esa esperanza en la palabra de Dios se ve quebrantada por nuestra situación y nuestras emociones, lo hermoso de la palabra de Dios es que no se sustenta en mi creencia, paciencia o confianza, es decir, la palabra de Dios es verdad incluso si nadie la cree, lo que la hace verídica es la capacidad, poder y voluntad de Dios de cumplir su Palabra.
Si usted tiene, conoce, proclama una promesa de la palabra de Dios para su situación, usted puede depender de esa promesa no importa como se sienta, cuanto tiempo pase o lo que los demás digan, la palabra de Dios es mas sólida que la tierra bajo sus pies. (Mateo 24:35) El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
(Mateo 5:18) Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. (1ª De Pedro 1:23-25) Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Porque: toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre.
Y si no te basta la promesa del mismísimo Dios de que cumplirá todo, hasta el mas mínimo acento, busca entonces en referencias históricas, revisa y lee lo que ya cumplió, así como se encuentran muchas profecías para tiempos postreros, también hubo muchas que se fueron cumpliendo a través del tiempo en que fue escrita y recopilada la Biblia. Mi confianza en la palabra de verdad, permanece para siempre, en ella me deleito y me conforto, y pase lo que pase, Creo en Tu palabra, Creo en Ti. Venga a mí tu misericordia, Oh Jehová; tu salvación, conforme a tu dicho. Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado. No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, porque en tus juicios espero. Guardaré tu ley siempre, para siempre y eternamente. Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos. (Salmos 119:41-45)
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
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