viernes, mayo 21, 2010

MUJERES HABLANDO DE CRISTO

Marcos "16:9-10Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando."

¿Cuál es el objetivo de Dios para nuestras vidas? No hay duda de que Él no quiere que vayamos en dirección equivocada. Él quiere que tengamos el deseo de obedecerlo, pero no porque sabemos que debemos hacerlo, o porque los cimientos de nuestra vida se desmoronarán si no lo hacemos. No es así como Dios quiere que vivamos nuestras vidas con Él. Él nos ama y quiere que deseemos algo mejor: entender sus caminos.
Dios utilizó a un pez inmenso para hacer cambiar a Jonás. Utilizó una zarza ardiente para captar la atención de Moisés. Y podemos pensar en otros ejemplos de cosas que Dios utilizó en las vidas de aquellos que se registran en su Palabra. David descendió hasta un arroyo y escogió cinco piedras lisas, las puso en un morral a su costado, y regresó al campo de batalla donde se enfrentó a Goliat (1 Sam. 17:40). El rey Saúl trató de persuadirlo para que se pusiera su armadura real, pero el corazón de David estaba decidido a obtener la victoria del modo en que Dios le había enseñado: utilizando elementos tan sencillos, que quienes estaban reunidos para la batalla se verían tentados a reírse de él. ¿Podemos ver la sabiduría de Dios obrando en esos eventos? Él es el único que debe recibir la gloria. Moisés era el libertador escogido por Dios, pero solamente el Señor podía hacer los milagros necesarios para liberar a la nación. David era el rey ungido de Israel, pero era Dios quien gobernaba en su corazón y ganó la victoria el día en que luchó contra el gigante filisteo.
Debemos saber que hay esperanza. Si estamos dispuestos a escuchar la voz de Dios y a responder a su llamado, Él utilizará algo para llamar nuestra atención, llevarnos a un nivel más profundo de amor y compromiso con Él y, en el proceso, transformar las vidas de quienes nos rodean. El compromiso de Pedro no se detuvo ante la derrota: se hizo más profundo. Dios lo agitó y lo refinó profundamente. El propósito del Señor es siempre para bien.

Muchas veces Dios utiliza cosas que la mayoría de nosotros descartaríamos, por ejemplo: Jesús alimentó a cinco mil personas con solo un poco, con el almuerzo de un jovencito.
Dios no está limitado por las circunstancias. A veces creemos que Él no puede usarnos. Él usó una piedra, una honda, un gran pez, una cesta y una zarza, y Él ciertamente puede usar nuestras vidas. Aquella mujer de quien Jesús echó 7 demonios, terminó estando en el lugar correcto en el momento correcto para ser usada por el Señor de manera milagrosa. Jesús quería hacer entender el hecho de que Él era el Hijo de Dios y nuestra única fuente de provisión y fortaleza.
Muchas personas se pierden grandes oportunidades porque sienten que lo que tienen que ofrecer no es mucho. O quizá haya algo en su pasado que sea un punto de vergüenza personal. Otros puede que crean que lo que Dios les pide que hagan no encaja con sus esperanzas y planes para el futuro, y por eso permiten que la oportunidad llegue y se vaya sin aceptar la voluntad de Dios. En su búsqueda por conocer a Dios, Moisés fracasó horriblemente; terminó asesinando a un egipcio y siendo desterrado al desierto por cuarenta años. Pero cuando Dios supo que Moisés estaba preparado para aceptar su desafío, le habló desde el fuego de la zarza ardiente. Dios puede usar al que está dispuesto.
No podemos ver los resultados futuros de nuestra obediencia; podemos imaginar lo que Dios podría hacer, pero no tenemos manera de saber con seguridad cómo usará Él las cosas que nosotros le ofrecemos. Supongamos que aquella mujer hubiera dicho no y se hubiera ocultado. Podríamos pensar: Bueno, habría tenido otra oportunidad. Puede que eso sea cierto, pero no sería como la que Jesús le ofreció en aquel momento.. De la misma manera Dios quiere usar nuestras vidas para bendecir a muchos, y ciertamente lo hará si estamos dispuestos a obedecerlo y ponernos en sus manos.


Saludos cordiales, bendiciones


Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com

Arturo Gómez Garza
Pastor Eben-ezerarturo_gomezgza@hotmail.com
Tel. 81-35-32-01

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