El deseo natural del ser humano es tener éxito, para esta sociedad la formula del éxito consiste en tener para ser; esta parábola tiene que ver con un hombre que fracaso en su éxito no bajo el punto de vista del mundo; pero para el punto de vista de Dios fue un necio y un perdedor.
Este hombre se convirtió de un exitoso a un perdedor, por que olvido a Dios en su riqueza, el gran mandamiento es, «amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente Mateo 22:37» Añade, «y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mateo 22:39-40» sin embargo este hombre, se olvidó de ambos mandamientos, no quiso compartir sus bienes con nadie, por esto perdió su alma, también le fue llamado necio, por que creía que el alma humana podía ser saciada con las cosas materiales, por que las cosas de este mundo se quedan en este mundo, y nosotros volvemos a Dios justo como llegamos aquí, sin nada.
El que no te olvides de los mandamientos de Dios, cuando lleguen sus bendiciones es solo es la mitad de lo que hay que aprender, la gran lección de esta parábola es: Busca ser rico para con Dios; he aquí la formula del éxito espiritual y terrenal.
El ser rico en Dios tiene poco que ver con obtener bienes materiales, 2ª Corintios 8:9 dice: Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos; Cuando Jesucristo vino al mundo se despojó de su gloria y no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, para mostrarnos el camino hacia una riqueza perdurable. Cristo en la cruz, abrió el camino para que nosotros pudiéramos obtener estas riquezas:
Vida en abundancia (Juan 10:10) Paz (Juan 14:27) Gozo (1ª Pedro 1:8) Gracia (1ª Corintios 15:10) Poder (1ª Corintios 1:18) Sabiduría, Justificación, Santificación y Redención (1ª Corintios 1:30) Esperanza Viva (1ª Pedro 1:3) Amor (Romanos 5:5), y muchas mas tesoros que tiene un valor incalculable y son las únicas riquezas que nos podremos llevar cuando partamos de este mundo y nos presentemos ante el tribunal de Dios; Obtenemos estas riquezas a precio de creer en Dios.
Jesús repitió esta lección varias veces: (Mateo 6:33) Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, (Lucas 12:33) Haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.
Esa es la única manera que podemos estar satisfechos con nuestras vidas, de otra manera, ya sea que vivamos humildemente o tengamos grandes abundancias materiales, siempre tendremos un vacío en el corazón; porque la vida del hombre no solo consiste en los bienes que posee, sino en su relación con Jesucristo.
¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas como alas de águila, y volarán al cielo. -Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. (Proverbios 23.5 y 1ª Timoteo 6:6-7)
No tiene nada de tonto el que da lo que no puede guardar para ganar lo que no puede perder (Jim Elliot)
Saludos cordiales, bendiciones
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