viernes, noviembre 27, 2009

Promesas de Dios



Esforzaos y cobrad ánimo, no temáis ni tengáis miedo de ellos,
porque Jehová tu Dios es el que va contigo,
no te dejará ni te desamparara.
Deuteronomio 31:6



Sin duda muchas veces hemos sido presas del miedo y del temor. La angustia se ha apoderado de nuestra vida, por alguna situación o problema o enfermedad que ha tocado nuestro ser.

Estas son armas que el adversario utiliza para quebrantar el espíritu del creyente. El adversario sabe que cuando el espíritu del hombre está afligido por la angustia, es muy susceptible a renegar o a altercar con Dios mismo por la situación que a nuestros propios ojos sobrepasan nuestro entendimiento.

El enemigo está lanzando dardos con furia en contra del pueblo del Señor para debilitar la fe del creyente, para desestabilizar su relación personal con Dios y así mantenerlo en una vida espiritual tibia o muy apartada del Señor.

Recordemos que el enemigo vino a robar, matar y destruir. El adversario es experto en maquinar en contra del creyente. Por tanto, como cristianos, como pueblo de Dios, revistámonos del poder del Espíritu para derribar las artimañas del enemigo.

Muchas veces Dios va a permitir la prueba en nuestra vida. Recordemos a hombres que han dejado su ejemplo: Job, Daniel Ezequiel, Jeremías y muchos más, para mostrarnos al creyente de hoy en día, que es indispensable una comunicación integra con nuestro Dios y a pesar de nuestra condición de necesidad, Dios nos pide, que nos esforcemos y tengamos ánimo. Él es el que te sostiene porque Poderoso es Su Nombre.

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