Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me
alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Jehová el Señor es
mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.
Habacuc 3:17-19
El
profeta Habacuc aun a pesar de que la tribu de Judá iba ser invadida por los
babilonios, refleja la hermosa confianza de los planes perfectos que Dios tiene
para su pueblo. Él añade “se conmovían sus entrañas, y temblaron mis labios”,
esto significa la debilidad física que experimentaba al saber el futuro
desolador que le espera.
A
pesar de la noticia de los problemas que se avecinaban, la fe de Habacuc en las
promesas de Dios hace que se renueve la fortaleza y el gozo. Menciona: “Estaré
quieto en el día de la angustia”. No sería fácil estar quieto en el día de la
invasión, pero sabía que esa actitud agradaba a Dios. Aunque nos hallemos en
medio de todo tipo de incertidumbre, en cansancio de largas jornadas de
trabajo, en sufrimiento físico debido a padecimientos, y problemas que no
existen explicaciones. Siempre podremos decir: “Jehová está en Su Santo templo
calle delante de Él toda la tierra”.
La
higuera, las vides, los olivos los campos de cereales y los rebaños del ganado
representan la riqueza y el sustento de la nación. Habacuc entona un canto de
alabanza, confiando en Dios aunque pierda todas las bendiciones materiales, en
Jehová va a encontrar lo que necesita. El cristiano que pasa por dificultades
extremas no siempre ve el resultado final en esta vida, sin embargo nadie
afirma jamás que los resultados sean definitivos para esta vida.
Vivimos
por fe en un reino que no es de este mundo, mientras estemos aquí en la
tierra, pasaremos momentos difíciles.
Por lo tanto Dios tiene dominio sobre todas las cosas y está en su mano
moldearnos para realizar Sus propósitos.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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