Cuan amables son tus moradas oh Jehová de los
ejércitos,
Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de
Jehová
Salmo 84:1-2
Este Salmo fue
escrito por los hijos de Core, encargado de la liturgia del templo. El Salmo 84
es también conocido como el salmo del peregrino. En los tiempos antiguos todo
el pueblo de Israel andaba grandes distancias para llegar a la casa de Dios, dichas caminatas duraban días,
semanas y meses.
Claramente el
salmista describe el anhelo vehemente por llegar a la casa de Dios, este deseo no lo
llenaba el dinero, tesoros o posesiones, solamente el estar en la casa de Dios,
en cierta ocasión San Agustín de Hipona comento “nuestra alma está completa
cundo vuelve a Dios”. Ambos personajes denotan la suma importancia de estar
presentes en el templo, la casa de Dios, representando un encuentro pleno con un
Dios alto, grande y sublime.
El salmista añade:
“Mejor es un día en tus atrios que mil
fuera de ellos escogería estar a las puertas de la casa de mi Dios que habitar
en moradas de maldad”. Salmo 84:10 Dentro de la historia los atrios no era
el lugar más adecuado para adorar a Dios, pero en su necesidad por buscar de la
presencia de Dios exclamaba que era mejor estar a sus puertas que habitar en
lugares de maldad.
Nosotros como
adoradores deseamos acudir a la casa de Jehová, estar cerca de Él, ya que es
donde tendremos paz, será en donde nuestros hijos encontraran refugio, en Su
presencia donde seremos felices. Y sobre todo las promesas que nuestro Señor ha
dado: bienaventurados los que habitan en tu casa perpetuamente te alabaran.
Queremos orar por ti
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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