Y uno de los ancianos me dijo: No llores.
He aquí que el León de la tribu de Judá, la
raíz de David,
ha vencido para abrir el libro y desatar sus
siete sellos.
Apocalipsis
5:5
Juan se dio cuenta de que aquel libro el cual se menciona
en Apocalipsis tenía que estar relacionado con la promesa de mostrarle todas
las cosas venideras. En el capítulo 4:1 de Apocalipsis dice: “Después de esto mire y he aquí una puerta
abierta en el cielo y la primera voz que oí como de trompeta hablando conmigo
dijo: sube acá, y yo te mostrare las cosas que sucederán después de estas”.
Juan se sentía consiente de su propia indignidad, estaba desanimado,
creyendo que no recibiría la revelación prometida. Las personas impías no pueden recibir las
cosas espirituales porque no tienen el
corazón abierto a ellas y su mente esta ciega. En cambio Juan estaba en el
espíritu, sin embargo seguía siendo indigno de abrir aquel libro.
Mientras Juan lloraba uno de los ancianos se acercó a él
y le dijo que no llorara más. Sus lágrimas no eran necesarias. Con su poderosa
victoria el León de Judá era digno de abrir el rollo rompiendo sus sellos.
Jesús lleva en su
cuerpo las marcas de cuando fue sacrificado. El Cordero de Dios entregó Su
propia vida, por ello Él es digno de abrir el libro, el cual revela y se da a conocer los justos juicios de Dios, no solo Él es digno sino Él es Rey Soberano Eterno
de un Reino que abarca todo.
Nadie debe temer a una monarquía con semejante soberano
en el trono, deseoso de servir a Su pueblo dispuesto a dar la vida en rescate
de Sus siervos.
Ejercerá un liderazgo de humildad y abnegación este Rey único que dejó
Su trono en los cielos para salvar a toda la humanidad. Pablo habla a los
Filipenses en el capítulo 2:9-10: “Por
lo cual Dios también el exalto hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es
sobe todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en el cielo y debajo de la
tierra”.
Queremos orar por ti
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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