¡Oh, si él me besara con besos de
su boca!
Porque mejores son tus amores que
el vino.
A más del olor de tus suaves
ungüentos,
Tu nombre es como ungüento
derramado;
Por eso las doncellas te aman.
Cantares 1:2,3
Es muy lamentable que para muchos cristianos el Señor sea solamente
quien los salvó, y no han evolucionado ni crecido para disfrutar de un amor más
profundo e íntimo con él. Sería casi lo mismo que una chica habiendo estado en
peligro de muerte, un joven la hubiera salvado, y después de ese primer
encuentro, hubieran establecido una relación que les llevara al matrimonio.
¿Podríamos imaginar que después de diez años de casada, todavía dijera
que ama a su esposo sólo porque la salvó? Significaría que su amor no ha
crecido ni madurado para disfrutar de la compañía ni de las caricias de su
amado.
El Señor Jesús nos salvó y desea introducirnos en las cámaras de sus
mansiones, para que no regocijemos con la delicia de su compañía y nos
embriaguemos con el gratísimo aroma de su presencia divina, porque mejor que el
vino son sus amores.
Nuestro pasaje de Cantar de los Cantares dice: "¡Oh, si él me
besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. Tu
nombre es como ungüento derramado".
"Si él me besara". Esta joven no busca ni desea los besos de
cualquiera, sino solamente los de él, el único. Sus ojos no son conmovidos por
otros, su corazón solamente se agita y salta en su pecho únicamente por él.
Su relación anterior con él fue meramente formal, ahora ella anhela una
relación mucho más íntima y personal. Desea sus besos para expresar su amor,
pero no se trata de un beso en la mejilla como se le da a un amigo; ni tampoco
el beso del padre al hijo pródigo en expresión de perdón. Es un beso en la boca
que manifiesta un amor profundo, pasional y personal; ella quiere ir mucho más
allá que el creyente común.
Esto marca el punto de partida del verdadero progreso espiritual, es un
anhelo espiritual, personal e íntimo por el Señor. Si en tu corazón no existe
esa hambre y sed de alcanzar una relación más profunda y personal con tu Señor,
mucho más allá que una simple expresión religiosa; el libro de Cantares no
pasará de ser una vulgaridad que jamás podrá producir un cambio en tu unión con
el Señor.
¿Cómo uno puede tener anhelos espirituales tan intensos por el Señor?
Solamente si nos empapamos de su Palabra y dejamos que el Espíritu Santo fluya
libremente en nosotros y caemos incondicionalmente en sus brazos, es cuando
nuestro amado nos transporta a su cámara interior, allí podremos disfrutar de
la soledad con él, de sus caricias y sus besos; aún percibir la fragancia de su
presencia que nos envuelve y que está impregnada de santidad divina.
¿Por qué la gran mayoría de los cristianos no pueden disfrutar del amor
de su amado con la pasión descrita aquí? Simplemente porque no dedican tiempo
para estar quietos en la soledad de su presencia.
"Mejores son tus amores que el vino". El vino nos habla de los
placeres terrenales, pero nada de esto es comparable con los amores de nuestro
Señor. Mejores son tus amores, que todos los placeres que este mundo me pueda
ofrecer; prefiero embriagarme con los amores de mi amado.
"A más del olor de tus suaves ungüentos". El Señor es el
Ungido, Él ha recibido toda clase de fragancia exquisita, por lo tanto, cuando
estamos verdaderamente en su presencia, como la doncella amada, percibimos el
dulce aroma de su persona. Nos embriagamos no solamente con sus caricias, sino
que además, con la dulce fragancia de su santidad que envuelve todo nuestro
ser.
"Tu nombre es como ungüento derramado". Él tiene un nombre que
es sobre todo nombre. No existe para el creyente, otro nombre más dulce que el
nombre del Ungido, nuestro amado Salvador, Cristo Jesús. Ese nombre balsámico
está asociado con la manifestación gloriosa del Dios Eterno en un cuerpo
humano, profundo e infinito misterio.
"Por eso las doncellas te aman". Por lo que él es, un dulce
ungüento derramado en sacrificio de amor. Pero hemos de entender que no se
puede amar meramente un servicio, por muy grande que éste sea; uno puede amar
solamente a una persona, y el dulce nombre de Jesús nos habla de su persona.
*Abstracto tomado de: http://www.estudiosmaranatha.com/cantares
Saludos cordiales, bendiciones Maná para Eben-ezer Templo Cristiano Eben-ezer ebenezertemplocristiano2009@gmail.com Búscanos y síguenos en Facebook http://www.facebook.com/mana.ebenezer
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