LIBERTAD PARA LA CIUDAD

La única manera para que una ciudad tenga verdadera libertad es poniendo su fe y confianza en Dios. Los políticos y gobernantes pueden implementar diversas estrategias para intentar alcanzar la  paz, pero si Dios no está dentro de sus planes van a fracasar, como hoy día lo estamos viviendo.

Es responsabilidad de los gobernantes garantizar la seguridad de quienes gobiernan, pero aun mayor responsabilidad y menester  es para el pueblo de Dios, orar e interceder para que la paz llegue a las ciudades y/o lugares donde habiten. Es por Jesús el Hijo Dios que seremos libertados, porque si Jesús liberta la ciudad, y cada persona se entrega a Él, entonces seremos verdaderamente libres. (Juan 8:36)

Dios liberó en muchas ocasiones al pueblo de Israel, de Egipto y de sus muchos enemigos. Los salvó porque los amaba, y hoy nos ama también a nosotros. Yo te invito a que busques a Dios, y diariamente intercedas en oración para que la ciudad en que tú y yo vivimos, sea liberada de tanta violencia e inseguridad y la paz de Dios llegue a nuestras casas y a nuestras familias. Te invito  a que pongas tu confianza y tu fe en las manos de Dios, y que también intercedas por la vida de los gobernantes para que el temor de Dios llegue a hasta ellos y sean llenos de sabiduría divina para dirigir y gobernar rectamente y como Dios manda su ciudad.

Oremos por la paz de nuestro país y de nuestra ciudad, es la única manera en que seremos libres.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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